algunas instantáneas y recuerdos de mi paso por la isla que soñé, (y encontré) :
(parte de las Navidades 2014-2015)
día 1 de enero, Betancuria y alrededores (alguien nos puede dar de comer!¿? ohmmm:
2 de enero. El Cotillo y alrededores:
Después del baño... feliz año!...
estoy ardiendo, esta isla pone las pilas a 100%! agua fría purifica y me pone en mi lugar, que me conozco!:
en el puerto de El Cotillo:
3 de enero, día de amaneceres y atardeceres:
rumbo al Sur... cerca de la costa de la Calma... Playa Cofete, a por la duna blanca:
ciao sorella!
compañeros de viaje cruzando un desierto paradisiaco:
magia allá donde mires, magia allá donde respires, por todos los sentidos:
4 de enero: se fueron Luca, Selena y Andre. Ya sólo me quedaba pasar una prueba, limpiar karma. Practicar la liberación del perdón (es algo personal que no espero que nadie comprenda, de hecho yo aún sigo asimilando). Este rincón me acogió cada vez que necesitaba reunir fuerzas y encontrar mi centro. Aquí me abandonaba las noches que necesitaba respirar. Meditaba y me sentía bien envuelta por el medio y los elementos. No hay mejor templo que la Naturaleza en estado puro!):
os eché mucho de menos Andre, Luca y Selena; aunque valió la pena y nos volveremos a ver, por qué no?:
5 de enero, antes de la Noche de Reyes. Me voy a hacer la Ruta de Los Volcanes y leer mi carta a estos señores magos:
desde el volcán S. Francisco (en varias ocasiones pude ver una pareja de aguilillas de la zona y escucharlas, fue todo un privilegio ver semejante lugar con la única compañía de unas ardillas, dos aguilillas y unos perretes guardianes):
almuerzo con las ardillitas:
una cuenta pendiente: La Isla de Lobos:
mis compas y seguratas en la ruta de los volcanes, la verdad es que son
muy buenos custodios y, después de pasar la prueba del olisqueo, me
hicieron sentir muy segura, gracias perretes!:
6 de enero, día de Reyes. Mi compa del último día, allá en el puerto. En esta isla sentí muchísimo a mi guía que me ayudó mucho, también noté un animal de poder extra, era una pantera negra que percibí en semivela y despierta. Digo extra porque sentí su ayuda y cobijo, pero no que nacieran desde mi, no era "mío". Son esas cosas que no comprende cualquiera pero que son tan ciertas para mí como la luz del día. Lo gracioso y anecdótico es que el último día en el puerto tuve la compañía de este gato que es lo más parecido a ese animal que sentí desde 3 días antes. Y no, no iba fumada ni bebida, que siempre me preguntan lo mismo, por eso ya sólo lo comparto en mi espacio y que cada un@ que crea lo que le salga del moño, pero como sea, quiero que quede constancia en este álbum / diario; y quiero desprenderme de cualquier resquicio de apuro o vergüenza por sentir lo que siento y por ser como soy:
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